Hace
escasamente 4 meses escribí un “post” titulado “AFRICA NO OLVIDA” y me refería a
la importancia que se le daba a la epidemia de ébola que había hecho recordar a Africa por el hecho de que la
enfermedad había afectado a varias personas de los continentes “civilizados”. De ellas, desafortunadamente, varias fallecieron.
Estas
muertes y sobre todo el peligro de que la enfermedad pudiera estar amenazando, puso
en boca y conocimiento del peligro que representaba.
La
enfermedad no había aparecido por arte de magia, la enfermedad convive con los
africanos hace mucho tiempo, pero no es hasta que permea un temor, un riesgo
inminente, que lo recordamos.
Han pasado
4 meses desde que el mundo, sobre todo Europa y América, tomaron precauciones
extraordinarias para que la posibilidad de que la enfermedad pudiera
propagarse, fuera la menor posible.
Se habló de
Africa, no para tratar de ayudarla, sino para tratar de aislarla y evitar, en
la medida de lo posible, el contagio.
Los medios de comunicación tuvieron tema durante un buen número de días y hasta perros fueron motivo de noticias destacadas. Se desataron polémicas acerca de los protocolos a utilizar, se utilizaron otros nuevos para
Los medios de comunicación tuvieron tema durante un buen número de días y hasta perros fueron motivo de noticias destacadas. Se desataron polémicas acerca de los protocolos a utilizar, se utilizaron otros nuevos para
mejorar la
efectividad y minimizar el riesgo y aún así, fallecieron algunos de los
infectados, de los que quiero destacar y proclamar mi admiración y respeto, a
varios voluntarios que por su actitud solidaria
y piadosa, fueron víctimas de la temible enfermedad.
Han pasado
4 meses y no se ha vuelto a hablar del ébola y no porque haya desaparecido, sino
porque ahora representa un mínimo o ningún peligro para nosotros. Pero la
enfermedad sigue asentada en Africa y produciendo víctimas: más de 2,500
muertos y centenares de infectados que correrán la misma triste suerte…Pero
este peligro nos queda lejos, igual que
las hambrunas, la mortalidad infantil, la desertización, la falta de
escolarización, la falta de agua, de campos para sembradíos….igual que hace 4
meses, 1 año, 5 años…mucho tiempo y sin embargo muy poco o nada se ha hecho,
salvo la actuación abnegada de unos pocos voluntarios solidarios y recibiendo
una ayuda escasa de los gobiernos a los que parece no importarles la situación…eso
sí, cuando existe la posibilidad de que el gas pueda dejar de llegar a nuestras
casas para fines de calefacción y bajar nuestro nivel de confort, nos aterramos
y si hay que declarar una guerra, se declara. Diferente actuación en uno u otro
caso, sin considerar que en ambos son seres humanos, hijos del mismo Padre, los
afectados.
Nos hemos
olvidado de nuevo…hasta cuándo?
Un abrazo y
hasta la próxima.