sábado, 5 de julio de 2014

MERECIDAS VACACIONES EN NEW YORK

     Teníamos que hacer unas vacaciones aunque fueran cortas, sobre todo para que pudiéramos aligerar la carga de cansancio mental que nos estaba agobiando.

     Después de considerar lugares vs. costos, el presupuesto permitía que pudiéramos pasar unos cuantos días en  New York. Se buscaron precios de pasaje aéreo y estadía en hoteles y finalmente se obtuvo, creo, lo mejor que había disponible.


     Despegábamos del aeropuerto de San Juan el día 20 de junio a las 10 de la mañana  y aterrizábamos en el aeropuerto JFK, después de las 2 de la tarde. Por mi condición, debimos esperar a que el avión se vaciara para que pudieran sacarme por el pasillo  y volver a mi silla de ruedas que previamente  se había dejado en la cabina.     Nos estaban esperando personas de la línea aérea que nos llevaron casi en volandas, hasta la cinta para recoger el equipaje. Yo pensé que habían cruzado alguna apuesta para ver si rompían algún récord....La muchacha que me llevaba, parecía que llevara patines...Le pedí parar para poder tomar un café mientras esperábamos las maletas y me dijo que una vez recogido el equipaje y firmándole el relevo de que había cumplido su servicio, podía hacer lo que quisiera.Todo esto con una gran amabilidad. Entendí que debía cumplir con su cometido y no desviarse ni un milímetro de su programa de trabajo. Recogidas las maletas, tomamos un refrigerio ligero, porque queríamos llegar al hotel lo antes posible y no negaré que teníamos un cierto nerviosismo para saber como terminaría el primer capítulo de aquella "aventura".

     YASMIN, mi esposa, se había tomado tiempo buscando las formas y medios para salir del aeropuerto, en el menor tiempo posible y al menor costo  (los taxis en N.Y. son carísimos y viajar a las 3 de la tarde desde el aeropuerto hasta el centro de NY, podía ser costoso y además llevar mucho tiempo).

     Con la energía del primer café, buscamos el acceso al "air-train"que circula por el aeropuerto y que habría de llevarnos hasta la estación "JAMAICA" del ferrocarril ". Allí tomamos un nuevo tren que nos llevó a la estación PENN-STATION, que es un nudo de enlaces. El viaje en ambos trenes nos llevó aproximadamente 50 minutos. LLegados a la estación, prácticamente se veía el hotel a una manzana, más ó menos...Nos llevó 3 ó 4 minutos llegar, lógicamente sintiendo el alivio que representa el nerviosismo de lo desconocido. En el hotel apareció el cansancio provocado por la tensión y la  emoción.

   El hotel WYNDHAM-NEW YORKER, es un edificio remodelado "art-decó" de 40 pisos, situado en la 8a. Avenida, entre las calle 33 y 34, es decir en el centro de Manhattan.

     Esto que he contado en dos párrafos, necesitó un desarrollo logístico previo por parte de YASMIN que fue lo que hizo posible un viaje, en teoría complicado, en algo sumamente sencillo, teniendo en cuenta de la ciudad que se trataba...(no era el pueblo de Granollers).

     También, y teniendo en cuenta la limitación de tiempo, había trazado un plan-horario para poder conocer lo más representativo de la ciudad y que fue: Times Square, paseo en el ferry por el río Hudson a la estatua de la Libertad, Chinatown, The Village, Parque Central, la 5a. Avenida, Madison y Park Av. (avenidas que representan en poder económico), también el Museo MOMA, Rockefeller Center, el edificio Empire State, el edifico Chrysler, la Biblioteca Nacional, la gran estación Central, la catedral de San Patricio, el centro financiero desde el ferry y desde luego varios centros comerciales. Todos los desplazamientos los hicimos....en autobús!!!.

     Los autobuses están preparados y tienen fácil acceso para las personas en silla de ruedas. El conductor baja la rampa y todo se ejecuta en un "plis-plas". La gente es cooperadora y encantadora, por lo menos con la que compartimos. Y todo esto al ritmo trepidante de la ciudad que nunca duerme. No utilizamos el "subway", pero creo que no todas las estaciones están preparadas para personas en silla de ruedas.

     Mi esposa y mi hija CAMILLE fueron de una ayuda inestimable, imprescindible,  haciendo que mi silla de ruedas brincara, rodara, adelantara y salvase cualquier obstáculo en el camino.  Sin ellas hubiese sido imposible....vaya conductoras!!!.

     En fin, viaje fantástico, aprovechamiento al máximo,   ningún problema, disfrute total, tiempo magnífico....Un viaje del que guardaremos un recuerdo imborrable.

     Me gustaría que este "post" sirviera para disipar dudas,  borrar miedos, no temer a las posibles dificultades...ATREVERSE... Claro hay que contar con alguien como mi esposa YASMIN y mi hija CAMILLE....Y no todo el mundo tiene este privilegio.

     Ahora, vamos a pensar en el próximo viaje.

     Hasta pronto amigos.